La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional ha condenado al Insalud a pagar una indemnización de 20 millones de pesetas a los padres de una niña que falleció en un accidente anestésico cuando iba a ser operada de estrabismo. Como preparación a la intervención, la niña fue sometida a una analítica y a un electrocardiograma en el que la paciente presentó una taquicardia de 104 latidos por minuto. Sin embargo, 46 días después de estos estudios, fue operada. La sentencia señala que "se debían haber realizado pruebas preoperatorias más intensas para conocer la existencia de las malformaciones cardíacas".