José Folgado, anuncia que para controlar la inflación el ejecutivo ajustará los gastos corrientes y renunciará este año al canje de deuda y al suplemento de inversiones, que en 1998 sumaron 393.000 millones de pesetas. Y que el objetivo del déficit se mantiene en el 1,3% del PIB [incluye un cuadro con las cuentas de gastos del Estado].