En el segundo aniversario del vertido tóxico procedente de la mina que la empresa Boliden Apirsa explota en Aználcollar, la Junta de Andalucía ha dado por concluida la limpieza de la zona que ha supuesto una inversión de 25.000 millones de pesetas procedentes de las Administraciones autonómica y central, salvo 2.000 millones que ha aportado la empresa minera para la compra de las cosechas. El informe pericial achaca la rotura de la basa a fallos en su construcción. De los 204 propietarios que se vieron afectados por el vertido, quedan 23 que no han alcanzado aún ningún acuerdo con la Administración.