El Consejo de Ministros aprobó el pasado día 23 de octubre reducir la tasa máxima de alcoholemia permitida a los conductores de 0,8 a 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. Además, los automovilistas novatos y los transportistas no podrán superar un máximo de 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre. La medida se comenzará a aplicar dentro de seis meses.