Los traumatismos craneoencefálicos que generan coma en niños y adolescentes pueden producir trastornos a nivel del coeficiente inteligencia, pérdida de capacidad de memorización y otros trastornos similares, así como lesiones cerebrales autolimitadas. Todas éstas pueden complicarse gravemente con nefastas consecuencias parar el accidentado. Además hay que tener en cuenta que cuanto más dure el coma y cuanto menor sea la edad del paciente, la capacidad de recuperación es menor, y por tanto las secuelas pueden ser mayores. El tiempo necesario para establecer la consolidación de este tipo de secuelas es polémico, ya que este tipo de accidentes son evolutivos en el periodo de coma, por lo que no es posible establecer un periodo concreto de baja.