El Anteproyecto de Ley de Ordenación de la Edificación establece que tanto constructores como promotores deberán suscribir seguros que garanticen el acabado y la calidad de las viviendas. Según las previsiones, con esta iniciativa legislativa se abrirá al sector asegurador un negocio de entre 14.000 y 20.000 millones de pesetas. La obligación de suscribir un seguro por parte de constructores y promotores podría encarecer el precio de la vivienda entre un 1% y un 4%.