Un niño inválido británico de 11 años, que sufre parálisis cerebral al ser privado de oxigeno al nacer, ha recibido la mayor indemnización otorgada en el Reino Unido por negligencia médica. El hospital galés que ha admitido el error con 11 años de retraso ha llegado a un acuerdo con la familia, que había interpuesto la correspondiente demanda y que recibirá cerca de 800 millones de pesetas.