ING protagonizó la primera gran fusión entre un banco y una aseguradora, dando lugar a una compañía integrada de servicios financieros. Hoy, ocho años después, el ejemplo de ING ha sido seguido por otras empresas, confirmando que la unión de aseguradoras, bancos y gestoras de fondos bajo un mismo holding puede ofrecer condiciones óptimas para convertirse en una sociedad de servicios financieros integrados.