La Ley de Igualdad pretende eliminar la discriminación por lo que las sociedades no podrán escudarse en el género del cliente para justificar diferentes tarifas. Como consecuencia, las entidades financieras y aseguradoras deberán incurrir en un coste extra y equilibrar sus cobros, revisando sus sistemas de cálculo de primas. Los mayores problemas se centraran en los seguros de enfermedad ya que la norma imposibilita a las aseguradoras centradas en la sanidad a optar por una tarifa diferenciada por sexos. Se resume la reacción de Adicae, critica que la igualdad puede desembocar en una subida generalizada de primas.