Pedro Razquín, consejero delegado de Adeslas, cree que la clave de esta oportunidad que se ha dado a la iniciativa privada está en el prestigio que pueda alcanzar ofreciendo un servicio de calidad a los ciudadanos. La rentabilidad del proyecto Alcira para Adeslas depende en buena medida de los lazos que pueda establecer con la asistencia primaria.