Según los expertos, las fusiones en la banca europea van a continuar en aumento, lo cual afectará a las entidades españolas. Además con la llegada del euro habrá una mayor transparencia en el mercado financiero europeo que agudizará la competitividad y favorecerá a los bancos de mayor envergadura. En España comienza a plantearse la necesidad de fusiones entre distintos bancos para hacer frente a la competencia y para garantizarse la supervivencia. Las fusiones tienen como consecuencia negativa que suponen, en la mayor parte de las ocasiones, reducciones de personal. Respecto a las compras de empresas en general por parte de sociedades europeas han supuesto en 1996 la mitad del total mundial.
