El autor analiza los principales factores que están favoreciendo un final de 2014 bastante convulso en los mercados financieros. En concreto, se centra en explicar los acontecimientos que se viven en Grecia y Rusia. En el país heleno, el escenario central pasa por un adelanto electoral, con la posibilidad de que la fuerza política Syriza tome el control del gobierno, lo que generaría una volatilidad en los mercados griegos. Asimismo, Rusia agudiza su crisis y el principal reflejo de ello es la cotización de su divisa, el rublo, que se ha visto depreciada en diciembre y la fuerte caída del precio del crudo. En definitiva, el autor señala que, a día de hoy, los altos niveles de volatilidad son susceptibles de continuar.