Las compañías aseguradoras británicas discriminan a los solicitantes de una póliza que sufren o son portadores de una enfermedad genética. La Asociación Británica de aseguradoras ha impuesto una moratoria al uso de información genética para pólizas unidas a la compra de una casa cuando el inmueble tenga un precio inferior a 25 millones de pesetas. La comisión que asesora al Gobierno en materia de genética recomienda, por su parte, mantener un plazo de dos años para el uso de cualquier análisis genético por parte del sector asegurador.