En 1993, Banesto dejó un "agujero" en pensiones de sus trabajadores de 66.000 millones. Hoy, la ley deja a libre elección de las entidades la externalización de sus fondos y confía en los controles del Banco de España. Los sindicatos opinan que es una imprudencia. Sólo algunas entidades, como BEX, Sabadell y Bancapital han externalizado.