Pelayo refuerza su apuesta por la filial inmobiliaria Pinesa triplicando capital con el fin de aprovechar el vigente tirón del negocio. En la actividad aseguradora, la mutua quiere dar un giro al modelo tradicional de oficinas para volcarlas en la comercialización frente a la actual función de gestión de siniestros. Incluye resultados de la entidad en 2002 y 2003.