La autora aborda en su artículo cómo la exposición tanto de la banca como de las aseguradoras europeas a Grecia se ha reducido mucho en los últimos años, lo que sirve para minorar el efecto contagio entre economías. Asimismo, las compañías de seguros europeas se encontrarían bien posicionadas para absorber un hipotético escenario de Grexit, al haber eliminado su exposición directa a deuda soberana y banca griega.