La crisis de Iberia Seguros comenzó con los problemas en el mercado asegurador español de comienzos de los años noventa, y se ha visto acentuada por la expansión basada en la captación de negocio poco rentable y de alta siniestralidad acometida por la empresa. La compañía, que tuvo una oportunidad de vender su cartera de clientes a Fiatc para solucionar la crisis, parece más cerca de la liquidación como sociedad que de su reflotamiento como compañía aseguradora.