Conferencia de Jaime Varela en el acto de Graduación de la IX Promoción del Master de ICEA, celebrada en el Salón de Actos de la Dirección General de Seguros, el día 15 de diciembre de 1999. En el texto, se intenta contestar a dos preguntas fundamentalmente: cuál es el origen de la ética empresarial, y por qué se aconseja seguir cierto código ético. La ética en el mundo empresarial se va regenerando en los nuevos modos de presencia y permanencia en los mercados, en las nuevas estrategias de concurrencia, en las nuevas pautas de relación entre empresas, en los nuevos conceptos organizacionales de la producción y en los nuevos modelos de gestión empresarial de recursos humanos. En estas novedades se advierte la creciente demanda de un dispositivo generador de actitudes y códigos de comportamiento ético, de unas reglas de juego que se acepten como válidas por todos los intervinientes en el trato. Estas normas o códigos éticos no introducen rigidez en el ámbito empresarial sino flexibilidad a cualquier figura innovadora. De este modo, se sientan las bases que hacen posible pensar la actividad empresarial en términos de aventura, potenciando la creatividad. Por ello, el origen de la legitimidad ética se sitúa dentro del mercado. La ética viene impuesta o exigida por el propio mercado, no se captan de los manuales de gestión. En cuanto a los motivos que nos obligan o aconsejan seguir cierto código ético son varios, pero se agrupan en cinco áreas esenciales con la siguiente lógica: la empresa decide una estrategia, que ejecuta con el nivel de calidad adecuado y obtiene unos resultados, todo ello con un recurso básico, el factor humano y adoptando un cierto compromiso frente a la sociedad. De este modo, los criterios éticos son esenciales para definir la estrategia, la calidad, los resultados a obtener, el factor humano y el compromiso social.
