Fernando San Agustín cuenta los pasos dados en la investigación del secuestro del empresario Publio Cordón por la banda terrorista GRAPO. Algunos miembros detenidos de la banda han declarado no conocer el paradero del empresario secuestrado, que afirman que fue puesto en libertad por otros miembros del GRAPO. Al detener a otros miembros, los que se supone liberaron al empresario secuestrado, se cree que se puede investigar lo que realmente ocurrió en este secuestro, y el paradero del empresario. En el artículo, se pone de manifiesto la falta de profesionalidad de la policía, que además introdujo un infiltrado en la banda. También se expone la situación de la familia, que durante el gobierno socialista estuvieron bajo sospecha.