España, con un parque automovilístico de 14 millones de vehículos sufrió 6 millones de siniestros en 1989, mientras que Francia, con un parque de 29 millones de coches, sufrió 5 millones de accidentes. Las aseguradoras barajan la posibilidad, ante la fuerte siniestralidad, de subir los precios de las pólizas en el sector del automóvil. Según José Cercos, presidente de la Agrupación Nacional de Seguros de Automóviles de Unespa la aseguradoras deberán optar por subir las pólizas o continuar sufriendo pérdidas a causa de los siniestros. El sistema de calificación Bonus-Malus, basado en que los conductores pagan más o menos según su índice de siniestralidad, no ha logrado que se reduzcan las pérdidas de las aseguradoras. Además de la siniestralidad las entidades aseguradoras de automóviles tienen como lacra el robo de vehículos; en la CEE son sustraídos 1.250.000 al año de los que solo se recuperan 300.000.