La Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) promueve una campaña de desestabilización. Los jóvenes de Jarrai destruyen los autobuses y el mobiliario urbano: sucursales bancarias, lunas de escaparates, calzadas, bancos.. La compañía vasca Eusko Trenbideak (Ferrocarriles Vascos) da la voz de alarma por los trastornos que ocasiona para el servicio público la quema de cinco autobuses. Los edificios de los juzgados vascos son otro objetivo de estos jóvenes. Policia e instituciones admiten la impunidad en la persecución de estos delitos. El valor de estos destrozos supera los 90 millones. La provincia más afectada es Guipuzcoa. El Consorcio de Compensación de Seguros, dependiente del Ministerio de Economía pagará 3.671 millones entre 1991 y 1994 por estos actos.