Desde julio de 1994 el Mercado Único de Seguros es ya una realidad. La Libre Prestación de Servicios no ha tenido el resultado esperado en muchos países, por el contrario la Licencia Unica ha tenido una buena acogida gracias en gran parte a las simplificaciones administrativas aportadas por las terceras directivas, aunque ha desencadenado cierta desregulación en los mercados europeos. Con estos aspectos conviven algunos problemas como las diferencias legislativas entre distintos países o la débil separación entre la Libertad de Establecimiento y la LPS. Aún con estos descontentos el autor señala a los mediadores como los grandes perdedores