En un principio, la fusión que podían alcanzar por una parte San Paolo-IMI, que, con una oferta pública de intercambio de acciones apostaba por la fusión con la Banca de Roma. Por otro lado, la de Unicredito que realizaba una oferta similar a la Banca Commerciale Italiana (Commit). Pero las relaciones se rompieron y pronto se empezaron a abrir nuevas conversaciones con accionistas extranjeros como Abn Amro. En la actualidad, el proceso de privatización depende de accionistas como Assicurazioni Generali, Commerzbank y Deutschebank con una importante posición dentro del consejo de accionistas.