Amaya adopta varias decisiones para facilitar su proceso de liquidación ordenada. La junta general autorizó una `operación acordeón` para restablecer el equilibrio patrimonial. La compañía suiza Berner controla el consejo de administración y nombra a Claudio Plevisani como primer ejecutivo para realizar la liquidación, en sustitución de Luis Rodríguez. Se ceden activos a Musaat.