Los autores nos hablan de ‘Longevidad Económicamente Activa’, como la clave para visualizar nuevos segmentos de mercado y conseguir desarrollar nuevas estrategias para acceder y fidelizar a los grupos de edad estratégicos, que deberán mantenerse económicamente independientes y preparados por la mayor cantidad de tiempo de vida, con el objetivo de disminuir el impacto económico que provocará el vivir más. Es decir, consideran que, entendiendo los impactos de la longevidad en la condición económica de los consumidores nacidos a partir de 1960, se entenderán sus reales aspiraciones y necesidades. En este sentido, el artículo define las características propias que tienen los tres segmentos de edad para promover una longevidad económicamente activa (jóvenes, experimentados y ancianos).