Análisis de la responsabilidad profesional del veterinario, utilizando como base la sentencia de la Audiencia Provincial de valencia, Sección 11, de 14 de cotubre de 2009. Los hechos de la misma son los siguientes. Los propietarios de un animal, un perro de raza bóxer (llamado “Sardina”), llevaron al can a una clínica veterinaria porque sufría problemas urinarios. El veterinario que lo atendió procedió a operarle para extirparle unos tumores. Al no resultar favorable la evolución del animal, nueve días después fue sometido a una nueva intervención quirúrgica por el mismo facultativo. Como consecuencia de su empeoramiento, fue llevado a otra clínica veterinaria, cuyo veterinario, al constatar el estado de extrema gravedad que presentaba el perro, decidió su eutanasia. Al practicársele la necroscopia, se observó una eventración de las asas intestinales y una peritonitis en la cavidad abdominal, motivado por la rotura de la pared de la vejiga de la orina, constatándose la existencia de un urolito de cuatro-cinco milímetros de diámetro que obstruía la salida uretral de la vejiga. Como consecuencia de tales hechos, los propietarios del animal interpusieron demanda contra la primera clínica veterinaria y su veterinario por negligencia profesional consistente en un error de diagnóstico.
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