Durante la operación, se produce una sección y clipaje del conducto hepático derecho, lo que le ocasionó trastornos diversos, que no fueron detectados en la atención postoperatoria prestada por otro cirujano, hasta el punto de que tuvo que ser nuevamente intervenida en el Hospital Clínico de Barcelona para reparar el órgano seccionado. Un informe pericial aportado por la actora señala que lo sucedido se debió a que el conducto era más largo de lo habitual y desembocaba en un nivel más bajo de lo normal, lo que provocó su erróneo clipaje. El informe elaborado por la parte demandada señala que la variación anatómica señalada se da en el 0,5 por ciento de las personas y que antes de la técnica utilizada en este caso no se realizan habitualmente pruebas radiológicas para descartar que esa variación exista.