La distribución del gas butano supone una actividad especialmente peligrosa en relación con los estándares medios. Partiendo de este dato, la sentencia considera aplicable la teoría del riesgo para enjuiciar la posible responsabilidad civil de los demandados. Por ello, habiéndose probado que la causa del accidente fue la explosión del gas, y que la demandada no hizo todo lo posible, bajo un régimen de diligencia especialmente reforzado, para evitar ese suceso, la consecuencia debe ser la condena de ésta a indemnizar por los daños causados.