Tras dos años de beneficios, el seguro de automóviles ha vuelto a perdidas en 1997, año en el cual las indemnizaciones pagadas y los gastos superaron en un 2,91% las primas recaudadas. La competencia en este ramo ha propiciado un estancamiento de los precios que, junto con un aumento de la siniestralidad, ha provocado una situación difícil en este sector. Según José Boada, responsable de autos de Unespa, las perspectivas para 1998 no son optimistas. Por su parte, el ramo de vida ha rebajado su siniestralidad en 1997.