Bancos y cajas deberán consolidar el balance y la cuenta de resultados de sus aseguradoras. Así lo decide una directiva aprobada por el Consejo de la Comunidad Europea. El Banco de España controlará las relaciones entre las entidades de crédito y sus filiales aseguradoras. Las consecuencias serán las siguientes: cambios en la política de colocación de acciones y en el cálculo del coeficiente de recursos propios.