El autor analiza en su artículo que la implantación de Solvencia II establece herramientas de control de riesgo en las entidades de modo que se minimice su probabilidad de quiebra. Sin embargo, considera que ese planteamiento sufre de tres problemas. En su opinión, aplicar herramientas de control de riesgo es doblemente peligroso porque proporciona una ilusión de control que no existe en realidad y puede conducir a un gestión temeraria.