La balsa de residuos de Minas de Aznalcóllar no tenía posibilidad de controlar las filtraciones al carecer de aforadores de caudal, según se se extrae del último informe que realizó la empresa Geocisa sobre la situación de la balsa minera y cuyas conclusiones, ya que el informe no fue leido completamente, fueron conocidas por la Junta de andalucía cinco días antes de producirse la catástrofe. Geocisa consideraba en las conclusiones del informe suficiente la seguridad del dique. Por otra parte la OCU considera que no consumir pescado o agua de la zona no conlleva peligro para la salud.