La Circular 5/2012, de 27 de junio, es el tema central del artículo de opinión en el que David Torío, agente de seguros, realiza una reflexión sobre el citado texto que regula la transparencia en operaciones financieras. Argumenta que si lo que se busca es la protección del cliente no basta con definir exigencias, hay que controlar su cumplimiento y definir consecuencias para aquellos que no las cumplan. Considera que incluir un sistema de sanciones, dentro de la propia norma, ayudaría a que el cliente comprendiera que se trata de una cuestión importante. También sugiere que, al menos, se podría incentivar o premiar a quienes realmente han cumplido con el objetivo de transparencia y entiende que es una lástima tener que regular la transparencia en operaciones financieras, cuando por su importancia en la sociedad debería ser una característica inherente al sector financiero.