El Tribunal considera que el paciente que firma un documento de consentimiento informado genera la presunción de que ha comprendido el alcance de su contenido, añadiendo a renglón seguido que la enferma recibió correctamente la información acerca de la técnica que se iba a emplear en la operación, expresando ella su conformidad y obligándose a aportar toda clase de análisis y de datos.