La prueba de la diligencia que se impone a los titulares de los centros tiene que versar sobre las medidas de organización que deben adoptarse, que han de estar en función de la actividad de los alumnos en cada momento y, por tanto, del mayor o menor riesgo que la actividad entrañe para los alumnos. En principio el recreo en un espacio cubierto por estar lloviendo no representa un especial peligro para niños, pero si ese espacio es un pasillo en el que se concentran unos trescientos niños bajo la vigilancia de solamente tres profesoras, el riesgo de que sucedan hechos como el acontecido es más que patente por la propia imposibilidad del personal docente de vigilar a tantos niños en un espacio tan reducido. Mora: superación del principio "in illiquidis non fit mora"; la regla general es la indemnización por mora y sólo excepcionalmente se exonerará de la misma a la aseguradora que pruebe que no pagó por causa justificada o que no le era imputable.