Ante la situación económica actual que está haciendo que las Entidades No Lucrativas (ENL) dispongan cada vez de menos fondos para cumplir con sus misiones, y al crecer la demanda de los servicios que ofrecen, la autora considera que la supervivencia del Tercer Sector depende en parte de establecer un compromiso mayor con las empresas y en encontrar oportunidades de colaboración que permitan a ambos cumplir sus objetivos, a la vez que ayudan a cubrir las necesidades crecientes de solidaridad de nuestra sociedad. Entiende que las líneas de acción en el ámbito de la RSC para la participación solidaria son numerosas, desde la colaboración con donaciones hasta la movilización del voluntariado corporativo, pasando por la colaboración con servicios probono que permite a las ENL mejorar sus servicios.