La comisión de expertos a la que Hacienda ha encargado la reforma del IRPF propone que todo el ahorro generado en cada ejercicio tenga una deducción única y general del 10% en la cuota. Esta medida se aplicaría en el año 2000 y se estima que a ella se acogería un ahorro de 4,6 billones de pesetas. No incluiría la parte de la renta destinada a planes de pensiones de empleo (en una empresa) o a bienes de consumo duradero. Por el contrario, se podrá practicar esa deducción cuando el ahorro se haya invertido en vivienda, fondos de inversión, seguros de vida o cuentas bancarias. A cambio, desaparecen las deducciones actuales por estos conceptos.