La ponencia analiza las consecuencias dañosas que el retraso en el cobro de una indemnización, debido a que la aseguradora decida rechazar el siniestro y luego sea condenada judicialmente a aceptarlo, puede causar a un asegurado o tomador y que, en muchas ocasiones, no se resarce debidamente con el interés del 20% de demora.