El sistema financiero de reparto, a través del que se gestionan la mayor parte de regímenes públicos de pensiones existentes, resulta insostenible como consecuencia del envejecimiento de la población y de la falta de equidad entre lo aportado mediante cotizaciones sociales y lo percibido en forma de pensiones. Por esta razón, diversos informes sugieren la reforma del sistema de pensiones actual a través de la creación de modelo más sólido y flexible, sustentado en múltiples pilares, que diversifique las fuentes de los ingresos en la jubilación, que pueda adaptarse mejor a las condiciones cambiantes y sea sostenible en el tiempo. Este sistema de pensiones de múltiples pilares incorpora, entre otras, una componente de ahorro voluntario que complementa al régimen contributivo de prestaciones sociales a través de los Planes Privados de Previsión. El problema es que como consecuencia de los bajos tipos de interés y de las caídas bursátiles de los últimos tiempos los inversores no parecen dispuestos a arriesgar parte de su capital en este tipo de productos.