En el Reino Unido, el Gobierno empieza a presionar a la Comunidad Europea para que obligue a los fabricantes de automóviles de los Estados miembros a aumentar las medidas antirrobos, ante el aumento de los robos. En España, la medida se contempla con escepticismo, salvo por las aseguradoras que están dispuestas a hacer rebajas en las primas.