La Comisión Europea aprobó ayer un reglamento que obligará a las entidades financieras a facilitar a sus clientes particulares una información clara, precisa y comparable sobre los productos de inversión que colocan. Bruselas quiere evitar que se repitan las intoxicaciones descubiertas en los últimos meses que han puesto en peligro los ahorros de miles de ciudadanos.