Análisis de la sentencia del Tribunal Supremo del 27 de enero de 1999 sobre la Responsabilidad Civil por defectos en la construcción. El dueño de un chalet demandó a la promotora, al contratista, a la dirección técnica y a la dirección facultativa. El aparejador y el contratista fueron absueltos, pero el arquitecto y la promotora fueron condenados solidariamente.