En 1982 Unespa comienza a contemplar la responsabilidad por daños causados por la contaminación. Sin embargo, las aseguradoras se mostraron reacias a ofrecer seguros que cubrieran riesgos medioambientales a causa de su complejidad. En 1994 se funda el Pool Español de riesgos Medioambientales, formado por aseguradoras y reaseguradoras que han reunido recursos suficientes para ofrecer soluciones en el campo de los seguros de responsabilidad civil ambiental y que cubren coberturas de hasta 1.500 millones de pesetas. En España la única legislación sobre el tema es la Ley 20/1986 de Residuos Tóxicos y Peligrosos que obliga a contratar un seguro para las actividades industriales con riesgos potenciales de contaminación, aunque en el borrador de la Ley de Responsabilidad Civil se contempla también la obligación de suscribir una póliza de seguros para cubrir posibles daños al entorno. La Comisión europea prepara un Libro Blanco sobre el asunto.