El Tribunal Supremo ha exigido en una sentencia que las cajas de ahorros paguen el Impuesto de Actividades Económicas por cada una de las actividades que realizan y por cada entidad. La cantidad a pagar, en razón de dicho impuesto, por la actividad aseguradora asciende a 49.600 pesetas. El fallo del Supremo, según los expertos, es aplicable también a los bancos.