Tras un breve análisis del panorama económica europeo en la actualidad, caracterizado por politicas de austeridad impuestas por la Comisión Europea y que conllevan a una contracción de la actividad, el autor se muestra a favor de reforzar el proyecto de superviviencia de la moneda única. De cara a 2013, considera que el factor de crecimiento será el argumento que regirá la evolución de los mercados financieros. Asimismo, con respecto a estrategias de inversión que se vuelquen al crecimiento, considera que la asunción de riesgos en estos momentos de ajuste no es una política sostenible.