El seguro obligatorio de automóviles, cuyo nacimiento se situa en Finlandia en 1925 y que se implantó en España en 1962, surge como consecuencia del aumento del parque de vehículos y el incremento de la potencia de estos. Los vehículos que circulan sin seguro causan al año más de 2000 siniestros, por lo que las sanciones civiles y penales contra los conductores de los mismos deberían endurecerse.