Iberdrola firmó un convenio en 1996 con los sindicatos UGT, CCOO, Confederación de Cuadros y USO en el cual se contemplaba la unificación del plan de pensiones y la mutualidad de la entidad, ya que es ilegal que una empresa tenga más de un sistema de previsión social. El convenio fue aprobado por el 99% de los empleados de la empresa, pero los cambios en el sistema de prestaciones que suponía el convenio requería el 100%; el 1% que se opuso tiene el sueldo congelado desde entonces, al no aprobar los incrementos salariales fijados. Los opositores afirman que la unificación supondría una disminución de 28.000 millones de pesetas en las aportaciones de la empresa al plan de pensiones. La DGS ha dado un ultimátum al plan de pensiones de la compañía eléctrica para que ponga término al bloqueo de la comisión de control de su plan de pensiones. El plan de pensiones de Iberdrola, entidad producto de la fusión de Iberduero e Hidrola, tendrá cerca de 11.000 partícipes, de los cuales 6.000 proceden de la antigua Iberduero, que se encontraban hasta el momento integrados en la entidad de previsión social Juan Urrutia, y otros 5.500 son empleados de la antigua Hidrola.