El artículo se fija en el cambio en la estrategia de política monetaria que ha empezado a llevar a cabo el Banco Central de Japón. Ha planteado un uso diferente de su intervención en el mercado, orientándola a mantener una estructura de curva de gobierno mucho más en línea con sus intereses y su posible efecto en otras economías desarrolladas (Estados Unidos, Europa), ya que se trataría de algo nuevo y con un impacto directo en la economía.